El martes 30 a las 11 horas, la comunidad se convertirá en la segunda abastecida 100% por el sol en materia de energía eléctrica, luego de que se apague el generador a combustible y se encienda la nueva central fotovoltaica. Tras Olaroz Chico, La Ciénaga –gracias a la acumulación en baterías de litio- podrá contar con energía las 24 horas y abastecer electrodomésticos y artefactos.
El programa Pueblos Solares, que el Gobierno de Jujuy – a través de la Secretaría de Energía del Ministerio de Infraestructura-, despliega junto a las empresas EJE SA y EJDSE SA para abastecer a pueblos de la geografía con centrales de generación fotovoltaica o solar, llega a la concreción de su segunda central: la de La Ciénaga, en el departamento de Santa Catalina.
Como Olaroz Chico, La Ciénaga también se encuentra en plena puna jujeña, aunque al noroeste, a sólo 1 kilómetro del límite con Bolivia. El martes, La Ciénaga se convertirá en el segundo pueblo solar, logrando abastecer a toda la comunidad con energía fotovoltaica. Será, entonces, uno de los 9 pueblos solares que se ejecutarán entre 2019 y 2020, también junto al Programa de Energías Renovables para Mercados Rurales (PERMER).
“Cada pueblo es diferente y en este caso la central fotovoltaica autónoma con baterías de ion-litio, es más pequeña que la instalada en Olaroz Chico, dado que la utilización de energías en esta comunidad des de tipo monofásica, de 12 kilovatios (Kw), es decir, de uso domiciliario. Para su implementación se requirió una menor cantidad de paneles y de baterías. De igual manera, sin embargo, esta instalación permitirá abastecer al pueblo las 24 horas, los 365 días del año, con energía limpia”, destacó Mario Pizarro, Secretario de Energía, desde donde también destacó que junto a la empresa prestadora del servicio energético de la provincia, las obras se ejecutan en el marco de un programa social empresario.
Una inversión de 120 mil dólares fue la realizada para las obras de reconversión energética a los 30 servicios actuales, que contemplan tanto la escuela primaria N° 49 “Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa” (con jardín de 4 años hasta el último año de la educación primaria), la Escuela Secundaria Nº 63 (que imparte las instancias de 1º y 2º año, con una matrícula de 20 jóvenes), como todo el alumbrado público LED, además de la electricidad domicialiaria. En los próximos meses, se estima, se ampliará la cantidad de servicios ya que la comunidad se encuentra atravesando un proceso de crecimiento debido a la merma en la migración de los jóvenes.
Una utopía alcanzada
Nora Martínez Ibarra, directora de la escuela primaria, expresó que “es un gran beneficio contar con energía las 24 horas, porque nosotros no sólo somos un espacio de aprendizaje sino que cumplimos con el servicio de comedor ya que es una escuela albergue, y no tener energía nos complicaba el desarrollo de las actividades luego de las horas de luz. Con esta nueva tecnología vamos a poder realizar todas las tareas. Para mí en principio era una utopía, realmente no lo creía… Cuando lo vea al gobernador le voy a dar las gracias por este avance para el pueblo, y por no haberse olvidado de La Ciénaga”.
El presidente de la comunidad aborigen de La Ciénaga, René Mamaní, destacó asimismo la importancia de que esta comunidad cuente con energía las 24 horas y sobre todo puso énfasis en que es energía limpia. “Yo me crié en La Ciénaga, hice la primaria aquí, viví la señal de humo para comunicarnos… Esto es un gran avance, la madre naturaleza nos da la energía, y aquí en la Puna es fundamental, apoyar a la madre tierra con tecnología. Este es un pueblo que crece y la energía es fundamental, siempre de la mano de cuidar a la madre tierra, la pachamama. Todo el pueblo, los maestros, los agentes sanitarios venimos “peleando” hace más de 5 años”, recordó.
Asimismo, comentó que “el año pasado comenzamos a trabajar conjuntamente con la Secretaría de Energía, el Gobierno de la provincia y la empresa y nos pidieron paciencia; hoy, creemos que dio sus frutos ser pacientes, ya que estamos próximos a inaugurar la obra”, valoró, y destacó que “cuando comenzaron con las obras, los vecinos nos sentimos muy felices; ver las obras en acción fue muy emocionante para todos, pensar que los vecinos vivimos a base de vela o mecheros el 50% de día y esto es una alegría enorme”. “Nos va a cambiar la vida. Por primera vez nos sentimos escuchados, y se cumplen las promesas”, cerró René, quien también se desempeña como Maestro de lengua y cultura quechua.
